"Más allá de las palabras: un viaje de aprendizaje y redescubrimiento"

A lo largo de este curso he descubierto que escribir no es solo juntar palabras, sino aprender a darles alma, ritmo, intención. Redactar, editar, presentar… no son tareas mecánicas, sino habilidades que, bien desarrolladas, pueden ser herramientas profesionales muy valiosas. Y hoy, mirando hacia atrás, me doy cuenta de cuánto he crecido.

Desde la primera entrada del blog hasta la última presentación, he aprendido a manejar herramientas digitales como Canva, Google Sites o Presentaciones de Google, a insertar contenido multimedia, a dar estructura a los textos y, sobre todo, a cuidar la ortografía y el estilo. También me ha resultado especialmente útil comprender cómo crear un portafolio digital: una carta de presentación viva, creativa, que me permite mostrar quién soy y qué sé hacer.

Lo que más he disfrutado ha sido la libertad para escribir desde mi voz, el tono personal que me han permitido desarrollar. Me ha gustado poder expresar mis ideas sobre marcas, analizar portafolios reales, incluso reflexionar sobre cómo una buena presentación puede vender una idea o un producto. En especial, redactar sobre proyectos reales me hizo sentir que este aprendizaje tenía una aplicación directa y actual.

Pero no todo ha sido fácil. Sintetizar la información, adaptarme a distintos formatos, y no repetir frases genéricas ha sido un reto. Muchas veces me he enfrentado a la temida “página en blanco”, dudando sobre cómo empezar o cómo cerrar una idea de forma clara. Además, aprender a combinar contenido visual y textual de forma coherente no siempre fue intuitivo.

Lo que menos me ha gustado quizás han sido las correcciones repetidas o los momentos en que sentí que no alcanzaba el nivel esperado. Sin embargo, reconozco que ahí es donde más aprendí: en esos ajustes finos, en cada comentario de mejora.

Escribir en el blog ha sido una experiencia liberadora. Nunca había tenido un espacio así, donde pudiera publicar algo mío, con mi estilo, mis imágenes, mis ideas. Me he sentido autora de verdad. Cada entrada ha sido un ejercicio de reflexión y de expresión personal, no solo un trabajo académico.

Cierro esta etapa con la certeza de que saber escribir bien y presentar ideas visualmente es una ventaja real en cualquier empleo. Y, aunque la IA nos ayude con sugerencias o redacción, la autenticidad no se puede programar: esa viene de uno mismo, y este curso me ha ayudado a encontrarla.